Adri y Antonio son fotógrafos, y él es además videógrafo (y muy bueno). Antonio y yo nos conocimos estudiando Imagen en Málaga, y conectamos rápido. Si me llevé algo grande de esos años, fue sin duda a él. Es de esas personas con las que te sientes en casa aunque las cervezas se tomen muy distanciadamente en el tiempo, y lo bueno es que esas son las mejores relaciones del mundo.
Verle tan feliz con Adri y poder compartir con ellos una tarde de risa, anécdotas y fotos fue para nosotros un gran regalo de Navidad.
Os invitamos a conocer a esta pareja, que se mira de una de las más bonitas maneras que hemos visto en True Romance.