Desde París, con amor. Así nos escribió Héctor, porque quería que su regalo de Navidad para Celia fuese especial. Algo para siempre, algo para recordar. El malagueño, ella de Granada, pero viven en la capital francesa, así que aprovechamos las vacaciones para dar este paseo por Málaga y preparar el regalo como ella merecía.
Desde que vio la cámara, Celia empezó a reír y ya no paró. Creo que podemos afirmar que fue una de las sesiones en las que mejor lo hemos pasado. La complicidad surgió desde el minuto uno, y cuando estás a gusto, se nota. Que ellos se miren como se miraron aquella tarde, es la guinda del pastel.