En nuestra segunda preboda fuera de España, nos dimos cita con Lola & William en el aeropuerto de Ginebra. Ellos venían de Bélgica, donde viven y trabajan, pero habían decidido que pasáramos el fin de semana en la casa de los padres de él, en Vesancy. Llegamos de noche, pero ya nos emocionamos al entrar en la casa, ¡era una preciosidad! No podíamos parar de imaginar las fotos que les haríamos al día siguiente, porque todos los rincones nos encantaban. Fue aún mejor al amanecer, cuando pudimos apreciar la luz y el paisaje que nos rodeaba. Al lado de los Alpes, Vesancy es un pueblecito encantador. sus casitas, la iglesia, verde por todas partes, y respirar auténtica paz fueron cosas que nos enamoraron. Nos despertamos muy temprano para dar un paseo en lancha por el lago con Polo, un buen amigo de la pareja, pero hacía tantísimo viento que no nos quisimos arriesgar, así que terminamos por cambiar de planes y acercarnos a Annecy, la Venecia de los Alpes como la llaman, y es que es verdad que sus callecitas, pequeños puentes y canales recuerdan muchísimo a la maravilla italiana. Después de tomar unas cervezas, volvimos a casa a comer, y tras una pequeña siesta abrimos un vino rosado y aprovechamos para hacer fotos en la casa. Al atardecer, nos acercamos a la Chapelle Notre-Dame de Riantmont, ¡de cuento! Ale y yo no podíamos creernos que un sábado al atardecer un lugar tan bonito como ese estuviese vacío para nosotros. Colinas verdes, silencio absoluto, la capilla como sacada de una película y para coronar, el Mont Blanc de fondo reflejando los últimos rayos de sol del día. Magia pura, como ellos, que nos acogieron en su casa y nos enseñaron lugares preciosos, dieron lo mejor de sí mismos y se relajaron totalmente, disfrutando exactamente de su True Romance Date como nosotros la entendemos: un reecuentro, un día de evadirse, de mirarse por dentro, de dedicarse sólo a ellos y además poder después disfrutar de un recuerdo para siempre. Gracias infinitas por vuestra confianza, vuestro cariño, los quesos, vinos y ensaladas tan deliciosas, vuestra risa, gracias por dejarnos cenar con vosotros y vuestros amigos y familia y tratarnos como a uno más, gracias por hacer True Romance con nosotros.
Nos vemos en Jaén muy pronto, para volver a emocionarnos y disfrutar de amor del bueno.