Después de su True Romance Date en Vesancy y lo a gusto que estuvimos con ellos, estábamos locos de ganas de que llegase el día de su boda. Pasamos un fin de semana estupendo en Jaén, ¡no conocíamos la ciudad y fue una oportunidad genial!
El sábado, nos levantamos temprano. Lola se vistió en casa de sus padres, rodeada también de sus hermanos. Llevó un vestido espectacular de crepe, que confeccionó un conocido de su madre, Sebas. La cola era desmontable y el velo se convertía en capa. Su amigo Juan le hizo una trenza preciosa, y Bea se encargó del maquillaje. Confió también en True Romance para su tiara de flores de almendro, modelada en porcelana, y para la corona de flores preservadas que lució en la fiesta.
William se vistió en una casa preciosa, llena de una luz que nos enamoró, donde se alojaba también su familia. Cuando estuvo listo salió junto a sus padres hacia la Basílica de San ildefonso, donde tuvo lugar la ceremonia.
La celebración se desarrolló en los Jardines de Jabalcuz. Hizo un día estupendo, y el cóctel fue al aire libre. Nos encantó el salón donde se sirvió el almuerzo, lleno de cristaleras y muy elegante y agradable. Pudimos compartir mesa con los invitados, y lo pasamos realmente bien! Nos encanta tener la oportunidad de conocer a gente nueva, y las bodas siempre se prestan a ello.
Después del primer baile, la sala se convirtió en un auténtico fiestón, con canciones dedicadas, entrega de ramos, novios por los aires... Ale y yo no nos resistimos y también acabamos bailando! Y es que con parejas como ellos y familias como las suyas, es un auténtico placer trabajar, y después de bodas así salimos aún más enamorados de lo que hacemos.
Sin más, os dejamos disfrutar de esta historia de amor verdadero.