Valerie & Alejandro nos inspiraron naturalidad y confianza desde el día en que nos conocimos tomando unas cervezas en la calle Goya. Ella es belga y el madrileño, y del Real Madrid hasta tal punto, que Valerie combinó su ramo de flores con lavanda y tulipanes blancos, un guiño a su futuro marido que nos encantó. Con ellos todo fueron facilidades, tuvieron una paciencia que siempre les agradeceremos debido a que contactaron con nosotros cuando nuestra propia boda era inminente. Tuvimos que aplazar su preboda debido a ello, pero siempre tuvieron una sonrisa para nosotros.
Valerie & Alejandro se vistieron juntos en su apartamento. Ella llevó un conjunto de dos piezas de Rosa Clará, y tuvimos la suerte de coincidir con Inés Castaños, a la que ya conocíamos, que se encargó de peinar y maquillar a Valerie, y él eligió un traje de tartán azul marino y verde de Noose & Monkey. Durante aquella mañana de noviembre, se respiraba complicidad y alegría, mezclada con unos pocos nervios que provocaron más de un divertido despiste. Una vez listos, nos dirigimos a El Retiro, donde sus familiares y amigos, muchos de ellos llegados de Bélgica, les esperaban.
La ceremonia se celebró en el pabellón de Cecilio Rodríguez, y después aprovechamos la fantástica luz invernal para inmortalizar los primeros momentos de ambos tras el sí quiero en los jardines.
La fiesta y el banquete se celebraron en el Hotel Hesperia, donde el sitting y los meseros inspirados en el metro de Londres ya daban pistas acerca de la música que habían elegido para el baile.
¡Gracias por hacernos sentir como en casa!